Entre cafés y poesía
cuento una que otra historia mía,
entre cafés y poesía
voy al ritmo de mi propia melodía.
Un café con una poesía
escribo de un ser llamado, María,
madre de alma preciosa,
tierna paloma de mirada amorosa.
Otro café y otra poesía,
voy dejando la indolente apatía,
el aroma de un mirabel
me recuerda a una flor del vergel.
Un buen café y su poesía,
transcurre una que otra noche fría,
de golpe llega un recuerdo,
entre tanto, mi desvelo es cuerdo.
Escribe tu propia poesía,
esos versos que solo tú contarías,
tu historia valdrá la pena,
podrás aliviar alguna penuria ajena.
Di tu vida en mil poemas,
enfrenta valiente tus problemas,
despójate de toda pena,
de aquello que al alma envenena.
Pinta tu vida con poesía,
pincela tus días de risas y alegría,
traza tu propio destino,
no seas un gris y mero peregrino.
Que tu vida sea un poema,
da perdón sincero a la ofensa ajena,
libérate de todo vil rencor
y no albergues en ti ningún cruel dolor.