Las hojas zumbían al compás de mi latido,
anclado al club de los poetas muertos,
que recorría mis venas anhelando la existencia
que mi corazón y alma querían revivir.
Que la poesía se escampara por cada gota de sangre
que la vida hermosa cuyos sueños son eternos,
deambulen hasta tarde con lágrimas en los ojos
que la guerra quitó con su tinta de averno.
Las ramas libres que sollozan, crujen y gimen,
a veces encerradas con sus piernas de libertad,
que no muestran nada más que su esencia en vivas carnes,
poderosa e indomable con la ráfaga de viento erudita.
Florece el canto de la primavera de Troya,
cayendo con la reciprocidad de mis versos,
que no son más que simple surrealismo
invocando a algún alma impregnada de amor eterno. (O de infierno).
No me considero nada más que un alma queriendo ser libre.
Pese a los intentos de una sociedad superficial...
¿Qué entiende el tiempo de pasiones?
Si el tiempo será todo aquello que yo quiera.
Pensamiento, expresión.
Mundo, dulce hábitat del dolor,
o del amor.
-AMS.