Raudo y fiero galopa Españoleto,
siendo rayo incansable en la llanura,
genuino adalid de la bravura
y feroz vencedor del parapeto.
No me hallara sin tu valor completo
ni buscaría a pie una aventura,
tu osadía la victoria asegura
si contra el mundo a tu lomo acometo.
Galoparemos del alba al ocaso
hasta que nuestras hazañas superen
a las de Belerofonte y Pegaso;
que a nuestro veloz y potente paso
ni dardos ni proyectiles nos hieren,
y el desierto de Aragón, es escaso.