En silencio recorriendo el mar
los pájaros de mi alma
vuelan clandestinos
escapando de tu mirada.
Mis alas su rumbo han perdido
las ahoga un aire opaco,
expande la noche su melancolía,
y mi verso gotea en agonía.
Pero hoy el alba escurrió sus violetas
en la palidez de mi alcoba
entró ataviada con tus palabras
y los pájaros de mi alma
buscaron otra vez tu mirada.
Mi verso se hizo lluvia
en la fértil tierra de mi poesía
y mi nido se pobló de tus palabras
en las lilas de mi madrugada.
Y otra vez amanecí pájaro, poema
y luz diáfana como las estrellas.