Te adoro más que a mi vida
Y por siempre te amaré,
Sólo para ti seré,
Bella mujer consentida;
Eres ansiendad sentida
Y que jamás volveré
A revivir tal cual fue
La experiencia más querida;
Eres la estrella que guía
Mi senda con gran fulgor,
Eras luz hecha alegría
El dulce afán superior
Que borró toda agonía
Y la llenó con su amor…