Ahora las palabras se han vuelto letras, los sonidos se han vuelto tan solo ruido de la máquina. Mi voz se ha apagado, me he quedado muda, me he quedado sin que decir. El corazón y mi mente se han secado de tantas lágrimas que han caído en estos días. Ahora no sé si seguir callada o quiero que mi voz se vuelva escuchar. Seguir aquí, es seguir callada.