Paseando por un tráfico interminable de ilusiones compartidas... en el valle nocturno, cubierto bajo la protección de la luna llena, Voy experimentando fragancias, del café a la cereza, del chocolate a la sal marina, de la caoba a la mandarina... traficando con palabras, Provocando con caricias más allá de la simple razón, impactando con fragmentos ilimitados de una literatura vaga, aparentando ser lo que no soy para hacer antesala a la sorpresa Llevándote por una autopista de incitaciones, frenéticamente desesperante, trastornando tu respiración al sentir la mía cálida rozar tu piel, extraviándote en mis ojos florecientes que te embelesan en un fragor lento de tu alma Moldeando todos tus prejuicios, saltando todos tus muros, doblando todas tus reglas. convenciéndote dulcemente de que la demencia es solo una parte de mi razón, a la vez que un suave susurro que se desprende de mis labios y lentamente se escabulle a tu oído... sublime, delicado y fugaz Voy convirtiéndome lentamente en tu decadencia … No le temas a la felicidad