Para Yekarina, mi gran amor.
Si por los caminos truncos quieres venir a buscarme
no te canses de la espera ni te arriesgues a olvidarme,
no desistas del encuentro ni te inquietes por la prisa
porque estaré como siempre entre las cosas sencillas.
Y si entre caminos largos, largos con mil soledades,
no temas si se presentan de pronto cien tempestades;
hazle caso a las palabras que te pronuncia la brisa,
seré quien te estará hablando entre las cosas sencillas.
Cuando en la noche tendida frente al mar azul inmenso
busques la luz de mis ojos con el candor de tu beso
será que estaré a tu lado como lámpara encendida
para que puedas hallarme entre las cosas sencillas.
En tus manos y en las mías quedarán las horas mustias
y se secarán de tiempo las penas y las angustias
pero seguiremos viejos alimentando la vida
con savia imperecedera de las cosas más sencillas.