Hay quienes se enamoran de la luna,
que la definen del cielo la más bella,
y sabiendo bien que no son dueños,
sus ojos se posan sobre ella.
Hay algunos amores imposibles,
consientes que hay distancia de por medio,
alimentan con sus sueños sus pasiones,
y el amor les abraza sin remedio.
Y que decir de aquellos que se amaron,
hasta el fin de la partida de uno de ellos,
de aquel sobreviviente que sigue amando,
y alimenta su amor con sus recuerdos.
Hay quienes se enamoran sin pensarlo,
con solo el trato dulce y tierno,
de un ser que pasó a ser abrigo,
borrando los fríos del invierno.
Hay quienes se amaron por un tiempo,
pero un adiós tuvieron por destino,
mil momentos llevan muy adentro,
aunque juntos no van por el camino.
Y aquel que se enamoró de una estrella,
que detuvo su recorrido un momento,
y luego fugaz siguió su rumbo,
hiriendo su alma y sentimiento.
Hay amores ficticios,
amores finjidos y pasajeros,
amores sellados con promesa,
amores puros y sinceros.
J.Moscoso.
Derechos de autor reservados.
José Antonio Moscoso Vega.
Costa Rica, Puntarenas, Corredores.
15 de setiembre 2017.