Tus labios son la puerta al cielo;
La puerta a un mundo de pasiones
que ensordecen mis latidos.
Tus labios conocen mi cuerpo;
Me franqueaste con tu lengua,
y conoces cada poro que en mí llevo.
Tendría que hacerle un poema;
No cualquiera, uno hermoso;
pues tus labios son joya en mi boca
y en mi deseo, que ya no callo.