Desata mis manos
Deja libres mis manos, no las ates más!
tan solo crear, escribir y amar desean.
Desátalas! no las castigues más,
bastante daño les has hecho ya!
silenciosas cuerdas de traición
que no dejan escapar una idea,
incitando la caída o desilusión.
Deja libres mis manos, no las ates más!
Tan solo ser libres para actuar ellas desean.
El nudo del ego me aprieta,
la soga de la envidia de hiere,
la atadura de la hipocresía me enoja,
la deslealtad del roce me lastima.
Ahora sangran mis llagas, si !
Se resiste a mi plegaria el verdugo,
y es que acaso placer encuentra
al ver la sangre a causa de su jugo.
Desata mis manos, déjalas libres!