Murialdo Chicaiza

ODA AL MAESTRO

Tú, que cultivas la mente de la juventud

que alumbras el sendero de la esperanza

animas, instruyes y das confianza

conduciendo nuestras almas a la rectitud.

 

Maestro, tu palabra debe ser sagrada

tu instrucción, libre, sana y verdadera,

tu presencia nos lleva a la imperecedera

sabiduría que trae la necesaria alborada.

 

Eres el guía que en estos duros tiempos

nos lleva de la mano cual griego ayo

hacia la luz, que alumbra cual un rayo

a la acción de lo imposible, a los portentos.