Emil Cerda

Once, doce, trece: por la marginal, Tres ojos, Los molinos, Olé las américas, Barrio nuevo, La llave, La Ureña, Cancela; once, doce, trece...

“Uno de mis fetiches preferidos

Son la uñas perforadas por los filos:

Bien pintadas, color rojizo,

Con un toque de putas al pantaloncillo.  

 

“Preñar mujeres es lo mejor,

Después del coito

El semen se queda en derredor;

Se mancha de gris el pantalón,

Ella te lo mama, y te susurra desde lejos:

Límpiate, a mi papá no le gustan los hombres

Pordioseros.  

 

“Esa mujer me dio unos increíbles sentones

Que hasta el día de hoy, cuando me siento,

Huelo su perfume sabor a montones

De rusas serias con un toto estupendo.  

 

“¿Que por qué escribo así?

No me lo cuestiones a mí,

Sino a mi talento;

Si escribo eróticos,

Son mis problemas;

Si ellas me lo maman

Mientras recito o escribo poemas,

Son sus problemas.

Espérate, mujer,

¿No ves que escribo?

¡Ay!, exacto, despacio;

Ahora échale saliva al prepucio,

Así me gusta, mi gatita linda;

Ahora tráeme un poco de ron limpio

Para no acachetearte, maldita Lina.  

 

“Ahora mastúrbame con tus pies,

¿Te los lavaste bien?

¡Ay!, me encantan cómo se ven;

Ven, te lo quiero meter.  

 

“Una fue la tía, su hermana y su hija, eran checas;

Ese cuarteto estuvo fenomenal, ¡cáspita!

Me lo están mamando ambas, ¡eureka!

Incesto sin serlo, primero a la hija, es la chaparrita.  

 

“Gracias, República Dominicana, por decirme siempre que no;

Gracias a todos aquellos felacionistas que me dijeron:

“Te llamaremos”.

Si yo me hago famoso, balsa de mamagüebos:

Mámense un güebo bien mamao: africano; y con su periódico,

Cables de televisión, andróminas, bombillas y favicon:

Métanselo por el culo de la vergüenza de su longevo.  

 

“Eso si, coño, a mí denme mis respetos,

Porque yo mismo, con la gracia del Altísimo,

Me he dado a conocer. Gracias a las personas que me ayudaron:

Tía Ruth, Nelson Cerda, Ruth Demorizi,

Juan Carlos Mejía, Lily Luciano;

Espero que el listín sea diario,

Y que el diario, esté libre;

En lo nacional, me retiro:

Si es muy lúgubre este poema,

No me critiques cómo lo escribo:

Sino, para quienes los han modificado a su estilo:

Sigo esperando la llamada, amarillo;

Palabras rebuscadas, usted, ignorante verde retorcido;

Rojo, ¡ay, pobre Orlando Martínez!

Canal nueve: soberano lento;

Omar Furment, Reynolds Andujar,

Peter Olmos y no sé quién más:

Mis respetos.  

 

“Dios les bendiga... a mí,

Me saque a palos estos remordimientos”.