Y dijo el marino a la sirena:
¿no te cansas de estar húmeda
arrastrar esta gran cola
y no pisar nunca la tierra?
Y tú, ¿no te cansas de pescar
en esos mares de Dios
aguantando este calor
y las tormentas de la mar?
Mi humedad es placentera
y mi cola es una gracia
para evitar tentaciones
de otros dioses y otros mares.
Dicen que eres perversa
que siempre estás al acecho
y robas marinos valientes
sin piedad y sin clemencia.
Esto son las malas lenguas
tan comunes en la mar,
los marinos que yo robo
encuentran la libertad.
Te han informado muy mal,
necesitas una sirena
que te cuide y te enamore
con encantos de coral.
Deja tu duro trabajo
y abraza tu buena nueva
sin engaños ni maldad
y encuentra la felicidad.
Lo pensaré vida mía
y el próximo día de mar
responderé a tu demanda
después de mucho pensar.