Sin duda, hace tiempo que esa duda me corroe,
yo no empecé a escribir para lucrarme,
yo no empecé a escribir para vengarme,
yo empecé a escribir ...para sanarme.
En el momento que empecé a escribir, en el 2016,
mi situación profesional era dantesca,
no sabía cómo mejorarla o incluso sobrellevarla,
la escritura fue una catarsis de alegría y respiración.
Luego ya empezando a escribir,
se me metió el dulce veneno,
el elixir de la escritura e incluso la lectura,
para aprender y mejorar.
Ahora mi situación Profesional es otra,
por lo que mi alma busca otras personas o realidades,
Ya no escribe herida, escribe más bien plácida,
y busca la denuncia de la realidad y la creación de belleza,
no solo semántica sino a veces solo cromática.🤔