El grito desgarrado de dolor del viento
Se escucha, corre despavorido
Por lo albores del manto de la noche
Al conocer la razón de la tristeza
Que embarga el alma de cielo
No es verdad…. no hay ser humano
Que pueda soportar tanto quebranto
El aire acaricia el contorno
De su débil y nacarado cuerpo
Casi muerto, no llores…
Le dicen aquellos seres etéreos
Que pululan a su andar,
Solo las manos del tiempo
Sabrán comprender y traer consigo
El alivio para tanto quebranto
Pólen del cielo inundará tu ensenada
y sanaran esas heridas abiertas, lo juro.
Tus alas volverán a surcar el infinito
Irán por el arcoiris de los sueños
Y se apagarán las lenguas de fuego
Que envuelve ahora
Los surcos sangrantes de tu alma
Ante los despiadados horrores
Que emergieron de la nada.