Ignacia.

Mañana

Muerde la madera tentada que ha robado del almacén de su padre.
Nos odió cuando cruzamos la puerta de clavos, muerta por toda la basura que acumula. Se ha desbordado y no volverá a ser igual.
Nos encierra como Lennon fue ido, roba cada maldita suerte.

Destruirás lo que ames siempre sea para mantenerlo a tu lado.
Matarás el brillo de sus ojos mientras arrancas vida de su alma, sólo para saber cómo es que se siente el calor humano.

La mañana de abril es tan helada, puedo sentir la esperanza tan sombría que hiciste llegar a mí.
Se mantiene de pie, con el cabello horrible y los nervios como el ego.
Escupiendo fuego, sus dedos tratan de esculpir un poco de lo ya pasado. Pero tú lo has dejado dislocado, sudando frío mientras cada noche lo siento cerca.

Podrías completar cuando la bala nos llegue y haga nuestras cabezas colapsar.
Oh dios, ¿Pero cómo ibas a siquiera hacerlo?