Hoy un ángel me ha salvado
de morir en otro incendio.
Ahora se está dando un largo largo
baño de espuma.
(Cuando se está cansado
siempre es mejor el baño
que la mejor de las duchas)
Espero que no se le hayan quemado
las plumas.
La espuma se la prepara
con zumo de mis entrañas
y una pizca de sal de fruta
La vida es muy puta...
Dios me disculpe,
ni ese ángel tiene culpa.