Me rompiste el alma,
tomaste mi corazón
y lo mordiste sin compasión,
dejándolo vacío en la cama
y con pocas ganas
de volverlo a intentar.
Toma mis sueños
que ya nada valen ahora,
que los tiraste al suelo
y los echaste por la borda.
Sé que no me leerás
y probablemente me olvidarás
con tus otros amores lejanos
a tus labios y a tus manos.
A esos amores que no tienes
y que no te sienten,
los que no te valoran,
corre con ellos
que son obsoletos.
Me rompiste el alma
como si nada importara,
como si no fuera para ti
lo mismo que tú para mi.