Campanas del agua, mi soledad,
cierras los ojos y oyes su vaivén,
tintineante viaja hasta el mar
por el viejo cauce del atardecer.
Que placentero es dejarse llevar
y hacer aviones del calendario,
las hojas blancas o a medio borrar
vuelan al viento, arriba bien alto.
Y en un alarde de serenidad,
cuando las naves caen en picado,
para un momento, mira hacia atrás,
grítate adentro cuanto has volado.
Siente en la cara la libertad
del aire fresco que has respirado,
posa tus alas en la inmensidad
del río de plata que moja los años.
Deja que el agua deshile el papel
que no llegue al mar nuevo, intacto,
no sirven las horas sin el almirez
de los años que pasan,
...de los años pasados.
Tintinea el agua de tu soledad,
cierra los ojos, siente su vaivén,
como la campana, la oigo repicar,
por el viejo cauce del atardecer.