Sé por tu extinta sonrisa,
Tus teatros en las redes
Y los ruegos de tu mirada que sólo piden ser encendida
Que no han estado a la altura… de tu nido.
Lo sé, porque no debí haberlo vivido.
Hay un contrato, indefinido o de sólo un día,
No a mi disposición;
Revivir con el elixir del amor
Esa singularidad que forman tus fresas,
Dotar de infinita fe a tus rubís
Y brindarte invencibles alas
Para que ni el Sol ni la gravedad ni los zombis
Te derrumben como a Ícaro,
O como a quien envenenan, apuñalan, por diversión,
Sí.
Ya casi tu azul y otros colosales anhelos son hechos.
Garantizo que ni Zeus ni Odín pueden oponerse a mí.
Abre tus ventanas, sin conversar con las moscas,
Apaga tus dudas,
Confía en mí:
Ya las nubes sonríen por ti, ya los templos aguardan por ti,
Ya la flora y fauna oran por ti.
Ya es hora, vístete,
Ya eres una amada deidad.
Sólo quiero que corras con el segundero,
Abraces el hoy, abraces nuevas memorias.
Yo voy a humedecer cada poro de tu ser
Como el diluvio del arca de Noé;
Yo voy a zambullirme en el zumo de tu matriz
Como aquel que tras una odisea llegó agonizante al oasis;
Yo voy a dar tributo con destreza, ternura y locura
Al ansiado tesoro del cosmos que encarcela esa envoltura;
Yo voy a cincelar tus montañas y grutas
Hasta llegar a la nota máxima de placer: Sí, sí, si-gue.
Y aunque sé… que para muchos dos crepúsculos no bastan…
Estos actos, esta varita, esta capa y estas orejas de humanejo
Son prueba suficiente y necesaria
De la asombrosa magia
Que me desborda
Y desemboca,
Tras surcar estos dedos
Que desaparecen la melancolía y traen alegría,
En las costas de papieles…
Donde la tinta se hace camino
Venciendo letra a letra a la depresión
Y al destino.
<06/02/18 17:46>
—César HG—