Tú, que conoces palmo a palmo
los antiguos caminos.
Tú, que abres nuevas sendas
y fundes horizontes.
Eres quien navega en las ambiguas
aguas de lo inteligible y lo sensible.
Traduces las emanaciones de la Luz
en jaspeadas imágenes
destiladas y coaguladas por tu Alma,
continuamente construyéndose.
Lees, Hermeneuta,
el Libro de la Creación,
siendo el más grande trovador
de entre los que trovan a lo más Alto.
Oh, Hermeneuta,
de repente te convertiste
en mediador, mediación y mediado.
Eres la barca, la navegación y el mar infinito.