Presiento que hace tiempo,
un día te declaraste.
Y te dijeron lo siento,
pero llegaste tarde.
~
Presiento que por ella lloraste,
como un niño sin su madre.
La soñaste, la esperaste,
y la perdiste por cobarde.
~
Presiento que te reprimes de futuros compañeros,
la soledad por escasa te abunda.
Que te heriste por anhelados te quieros,
y sigues dejando que su oscuridad te hunda.
~
Que sus flores, tu consuelo.
Su sonrisa lo más bello.
Y la tétrica figura de su olvido,
te escuece al recordar que has perdido.
~
Presiento que existió otra a quién no hiciste caso,
pensando en musas divinas,
la dejaste echa pedazos.
~
Ahora llora en una esquina,
reprimida en su rechazo.
Llámalo karma si deseas,
pero su vida terminó en balazo.
~
Y ahora amigo dime...
¿Eres el fruto del pecado?
¿O la ilusión del desconsuelo?
¿Eres el loco enamorado?
¿O quién mató primero?