Este dulce tormento que me embriaga
trastocando las brumas en colores,
tiene aristas que alivian los dolores
y sutura recuerdos de una llaga.
Este dulce tormento que divaga
como brisa nacida en los albores,
trae versos, sonrisas y candores,
no sabe de caídas ni naufraga.
Me confiere la paz de haber amado
con el alma, con todos los temores,
y aun perdiendo, yo se que habré ganado.
Este dulce tormento está a mi lado
en los tramos finales de lo andado,
un sueño resguardado entre las flores.
Derechos reservados por Ruben Maldonado