Ella pateaba las hojas mientras caminaba esa vereda en el otoño. Adoraba el sonido crujiente al pisarlas. Adoraba también sentirlas bajo sus pies, como pedacitos de su misma vida…se sentía así, un poco mas acompañada por el rítmico paso cuando volvía de la facultad…
Ella pateaba las hojas, algunas pegaban un salto mortal hacia arriba y se deslizaban por su bufanda como un tobogán. Otras hacian grandes piruetas y terminaban abrazadas a su cabello… y otras no levantaban mayor vuelo que a la altura de sus rodillas…
La nariz fria, las manos en el bolsillo apretando el boleto del colectivo, la baldosa floja, el perro del vecino, el señor que lee el diario. Todas las tardes lo mismo.
Como cambia tanto la vida en cuestion de meses, esos árboles desembarazados de ilusiones veían caer pedazos de su ser… ella desembarazada de ilusiones veia caer pedazos de su propio ser…
Pensar que esas hojas estaban en lo mas alto, y ahora tocan fondo… cayendo casi sin rastros de vida…
Asi estaba ella… como una hoja en otoño… tirada en una vereda cualquiera, recorriendo calles llenas de narices frias…
Fue sólo apenas tres meses atrás ese verano inolvidable.
Ese verano con color de durazno…
Ese verano de flores de ciruelo…
Ese verano de petalos de jazmin...
Ese verano de hojas verdes…
Pensar que el viento la acunó con sus suaves movimientos, pensar que soportó tantos diluvios, tantas tormentas de arena, ¡nada podría con ese amor..! se nutria de las raíces mas fuertes…
Pero el verano se alejo de ellos… llevando a su paso el sol de aquella mañana en Córdoba…llevándose también los besos, las palabras lindas, las caricias, las miradas…
Todo se llevó el verano. Se llevó el fluido vital que la ataba al suelo, que la llevaba a sobrevolar las nubes, que la traía a la felicidad…
¡Que arma de doble filo ha sido el verano en su vida!
Ella pateaba las hojas mientras caminaba esa vereda en el otoño, mientras escribía con el vaporcito de su respiración que se escapaba por la bufanda… quiero un amor de hojas perennes…
lucecitta