No son más que nostalgias devenidas
en tristezas que de pronto se apresuran
a tendernos cierta trampa con el tiempo.
Es la música añeja y melancólica
con sus tenues cadencias que al despecho
suelen timbrar un dejo de dulzura.
Presentir de finales que se agolpan
sin dejarnos elección ni alternativas
sin dar explicación ni tregua alguna.
Esta insomne vaguedad de hora menguada
vil ausencia en el lóbrego desvelo
aflicción que me colma en el delirio.
Esta inquieta aprehensión de lejanías
ansiedad de volver a lo vivido
este llanto impertinente en soledad.