Pasaba una mujer, sus ojos se cruzaron,
tranquilos con los míos, ignota sensación,
muy pronto me dominan, sublime es la atracción,
¡Luceros de obsidiana mi noche iluminaron!
Miradas elocuentes cruzaron el umbral,
atando corazones de forma candorosa,
retando a la amistad, fue senda valerosa,
difícil y arriesgada, sin ser accidental.
Unidos disfrutamos en clara comunión,
dejando en el olvido, triviales comentarios,
palabras sin cabida, perdidas en glosarios,
de falsos contenidos, ¡Provocan sin razón!
La luna en el cenit es astro que ilumina
sin duda a los amantes. Son claros defensores
de tiernos sentimientos; ahuyentan los temores,
buscando plenitud por donde se camina.