Me imagino.
Me imagino un futuro presente,
un sueño futuro.
Un escenario con luces brillantes,
yo parada sobre el escenario.
Me veo parada y me siento parada.
De un espectador a un protagonista.
No puedo verme la cara,
estoy de espaldas a mí, con la vista al público.
Pero no puedo ver a nadie,
las luces brillan tanto que me ciegan,
solo puedo sentirme.
Y ocurre el milagro,
mi voz se proyecta saliendo de mi garganta,
mis cuerdas vocales vibran,
y mi boca esta abierta.
Pero no escucho el sonido.
Alzo los ojos al techo abovedado escapando de la luz.
Y siento como mi alma se expande a través de mi voz.
La siento fundirse con el universo.
Me siento.
La siento existir.