Te he dedicado mis poemas,
Cada día de mi pesar.
No logro soltarte,
Simplemente me vas a torturar.
Han pasado años de esto.
Fue evento de una calamidad.
Cada vez siento que me ahogo.
De un precipicio me quiero tirar.
Y es que han sido muchos años.
De precarios sentimientos guardar.
Anhelo nuevamente tu llegada,
Sabiendo que nunca sucederá.
¿Por qué el destino me ha castigado?
¿Por qué ese fue nuestro último adiós?
Son preguntas con zozobra formulo,
No tienen mucha comparación.
Extraño toda tu alma.
Esa que aún me sigue matando.
No sé cómo deshacerme de tu conjuro.
De verdad me iré por el barranco.
Este corazón herido no logra aguantar.
Son los besos y las caricias un enlutado manjar.
Déjame olvidarte ya por fin.
No puedo permitirme una vida sin ti.
Soy culpable del lamento.
Soy culpable de esperar.
Pero salir de este tormento,
Implica que te voy a olvidar.
No deseo extrañarte,
De verdad te quisiera aquí.
Sacrifico cada día mi felicidad,
Engaño mis deseos de vivir.
He sacado estos versos,
Porque es la hora de iniciar el final.
Poco a poco el Alzheimer,
Espero que me vaya a rescatar...