Como aspira el aroma.
Como el polen succiona.
Como liba la abeja,
el néctar de la vida.
Como rompe barreras.
Como el sabor transforma.
El interior profundo,
donde se gesta el climax.
Sensaciones y olores.
Provocando sonrisas.
Gestos son de rechazo,
si en fétidas claudican.
Si la apariencia obliga.
Si son falsas verdades,
cubriendo la mentira.
Dando pábulo al dolo,
con loas y caricias.
Como observa la danza.
Las rápidas piruetas.
Elegantes trazadas.
Vertiginosos giros.
Torsiones imposibles.
Sorteando las trampas,
que el humano fabrica.
Cruzan raudas los ríos.
Acarician sus alas,
el agua cristalina.
Permanente viajeras.
Alegres golondrinas.
Su deambular anuncia,
que el frío se retira.
El viajar afanoso.
En sus gritos la prisa.
Un hogar hace falta,
donde cuidar sus crías.
Como aspira la esencia,
el que el saber propicia.
Como succiona el néctar,
de la fragancia misma.
Como liba del sueño,
las razones perdidas.
Como atrapa los besos,
si son besos sin prisa.
Como alimenta el alma,
la verdad cristalina.
A. L.
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