1 Lluvia, llegas y asesinas mis planes sin preguntar,
algunas veces sin avisar,
otras, dando la razón a quienes predicen tu llegada.
La calle poco está mojada, poco a poco se humedece.
Lento...caen tus hijas,
muy unidas como hermanas,
vienen del cielo sin paracaídas a estrellarse con el suelo,
con los techos, con los cuerpos.
Desde la ventana observo cómo mueren,
sin temor, sólo cumplen su destino.
Kamikases terminan sus vidas efímeras,
pues sólo cumplen su destino.
No son sólo gotas,
son pequeños océanos.
Ingenuos les llamamos lluvia,
pero son pequeños océanos.
Caen como hermanas,
juntas, un ejército
cada gota...es un mundo.