la flaca

Sensualidades!!!

Hay un tipo de sensualidad que me llega cuando me hablas y otra que se queda conmigo cuando tu ausencia orquesta en mi cabeza un desfile de emociones, todavía nuevas para mí, emociones que no nacen de los sentidos, no es el choque de los colores contra mis ojos, no es el placer de acariciar la suave textura del agua que se vuelve una piedra con un simple cambio de velocidad, son emociones que corren ávidas dentro de mí, en algún lugar lejos de los sentidos, tal vez en el torrente de las ideas, tal vez en el fluido caótico de la vida que nos pasa por dentro y que sólo el alma, si es que existe, conoce. 

 

Hay una sensualidad que llega desde tu vida, desde tu simple existencia que es la misma existencia que la mía y aun así me fascina, que se desprende desde eso que sos y no conozco, porque sólo conocemos lo que vemos y lo conocemos de la manera más burda, como decir que conocemos una fachada porque los ojos y las manos y los demás sentidos no pueden ir más allá de lo que se les presenta, te me presentas y no puedo más que sospecharte, conjeturar lo que sos, lo que yo a tu lado sería y eso, te juro, se me torna excitante, no esa excitación que corre ciega al orgasmo porque precisa algún fin, sino esa en la que quedamos traslúcidos insinuando a lo exterior la desnudez de lo que tenemos dentro.

 

Advierto esa sensualidad, cuando detrás de algún gesto tuyo una estela de algo lo sucede y ese algo indefinido se me adhiere, una sensualidad incorpórea me toma, me deja dentro eso tuyo que proviene de tu risa pero no es tu risa, de tus formas pero no es tu cuerpo, de tus palabras y sus significados pero no es tu grafía, una sensualidad que se amplía y clarea sólo en el pensamiento.

 

Más allá de eso, cuando ya no soporto la distancia y todo esto me acorrala, mi cuerpo convulso me advierte la fuerza de su sufrimiento, los sentidos me vienen todos en oleajes y bajo los mismos humanos deseos se mezclan, toda la paz de esa sensualidad casi perfecta se rompe y la seguridad rítmica que da el desconocimiento se diluye, antes de saber que sabes el mundo y tu vida tienen ritmo.

 

Esa sensualidad que da la pérdida de nosotros mismos y que gozamos sin que duela, nos abandona abruptamente cuando el cuerpo nos reclama el contacto, y después de eso sólo nos va a quedar la necesidad, la necesidad es sufrimiento. 

 

La sensualidad que me dejas al saber que estás ahí, en algún sitio me libra de la necesidad,siempre y cuando, no te toque mi cuerpo.