Juntos, hemos surgido de las cenizas,
del fondo del olvido, hemos,
escapado del vientre infinito del vacío,
el dolor se ha transformado
con el pasar de los siglos, de las eras,
en un sueño magnifico, lo viví todo,
ese mundo mágico, grandioso
que no posee límite alguno,
en la inmensidad de la distancia,
los dos atravesamos un cosmos
tan arcano, siendo polvo de estrellas,
acariciamos miles de atmósferas;
ahora, después de millones de años,
mientras caminaba descalzo
por este sitio ajeno a mi pertenencia,
vuelvo a encontrarme contigo,
amante viajera extraviada
en los confines del tiempo,
igual fue nuestra partida,
creando nuestro propio viento
para impulsarnos, pero, sin respirarlo,
olvidaba que partimos de sitios distintos,
pero, sentí tu presencia al igual que la mía,
desprendiéndose de la placenta
de un universo que nos era cruel,
que nos había combustionado
hasta reducirnos a fino polvo;
te perdí de vista en el inicio del exilio,
llegue primero aquí,
adelantado en el éxodo,
atravesando azules espirales gigantescos,
seduciendo al tiempo
para que deje de posar
su mirada fría sobre mí.
He recorrido gran parte de la que tu podrías
sobre la piel del destino, y,
sobre su manto que lo cubre, ha sido la vida
un ciclo indescifrable de nacimientos
y muertes consecutivas, todas con una razón,
con un propósito, el de seguir manteniéndose
por encima del tiempo como hija predilecta
de un ser todopoderoso, al principio te temí,
aquí existe una fuerza invisible,
crea, destruye en beneficio de un bien
y también de toda maldad,
más en esta segunda, no es imperecedera;
la espera se fue extendiendo
en muchas puestas de sol,
en un sinfín de lunas, de eclipses,
desde la cumbre más alta de esta tierra
tan gris y blanca similar
a mi cabellera y barba, largas las dos,
comencé a sentir
tu presencia aproximándose,
te vi atravesar el océano,
calentando su superficie,
y reducir tu tamaño,
mientras a mi te acercabas
hasta caber en mi mano,
un pequeño corazón de fuego late
absorbiendo mi liquido espíritu azul,
en figura celestial te transformas,
tus formas tan femeninas
se van esculpiendo ante mí presencia,
abrazadora energía que rejuveneces mi ser,
…juntos, surgimos de las cenizas,
del fondo del olvido escapamos,
de su vientre infinito, de su vacío,
he recorrido
gran parte de la que tu podrías
sobre la piel del destino, y,
sobre su manto que lo cubre,
la espera se fue extendiendo,
y ahora, en este sueño, eres mi verdad,
he despertado,
con la sensación de tu abrazo,
del aroma de tu piel, de tu cabello,
con el sabor de tus besos y aliento,
la espera, aún se va extendiendo
en muchas puestas de sol,
en un sinfín de lunas, de eclipses,
días sin noches, pues las hago mías,
así como tú, me posees en las mismas,
en las que las lágrimas del Fénix,
caen sobre la piel del amor
que nos aguarda, oculto
dentro de su cofre de oro y plata.