YO CLAUDIO

MI HERMANO Y YO.

Siendo apenas un niño no sentía cansancio alguno 

de mi pequeño cuerpo que crecía fuerte y rudo

entre pueblo y campo recorría sus caminos 

para llegar a la casa de parientes o algún vecino.

Allí me esperaban la carreta, los huelles y el yugo

listos para empezar el trabajo y arar la tierra 

mi abuela despierta me miraba desde la ventana 

preparando el desayuno y tener una buena mañana.

 

Con mi hermano mayor cantando y haciendo alguna travesura

los huelles haciendo su trabajo, en una tierra seca y dura

los tíos nos miraban sentados en la cerca

preparando una buena cupilca de harina con agua fresca.

La tierra se ve buena, en ella se tendrá buena cosecha 

sembraremos papas, trigo, o talvez, almacigós de arveja

ya  se termina la jornada, nos iremos a descansar 

mañana será otro día con la abuela y los tíos, vamos a sembrar.