Existen silencios
pero, aunque calles… la actitud habla
porque el silencio del cuerpo no existe.
Cuando los deseos afloran
el cuerpo habla,
se eriza… se estremece
y grita por sus caricias.
El silencio del cuerpo
revela más de una verdad
en cada sutil movimiento.
El silencio del cuerpo se deshace
cuando descubres bellas marcas
cargadas de melodías en palabras.
En una danza, se llama el cuerpo
al pensamiento,
en un pensamiento se dibuja
la silueta del cuerpo.
No hace falta desnudarlo,
no hace falta tocarlo,
no hace falta buscar el mejor,
solo saber interpretarlo.