Kfeprieto

ASEDIADO

ASEDIADO

Cada momento me nombra
con voz que de pasión arde.
Cada mañana, en la tarde
y de la noche en la sombra,
con persistencia que asombra,
su presencia hace notar.
Si me acuesto a reposar
siento en mi oído su aliento,
vertiendo su sentimiento
con ardiente susurrar.

 

Me viene a intranquilizar
y hasta me turba el sentido
y aunque por favor le pido
que me deje descansar,
ya ni me quiere escuchar.
Me empuja hasta la impaciencia,
y obra con tanta inocencia
que me llega al corazón
y me lleva la razón
al borde de la demencia.

 

Determinarme a ignorarla
y hacerme el desentendido
resulta en tiempo perdido.
No hay manera de zafarla.
Yo quisiera despreciarla
mas no hay modo en que podría
Se adentra en el alma mía
con su sonrisa risueña.
En conquistarme se empeña
con su gracia y simpatía.

 

Siempre joven, siempre bella,
candorosa y atractiva,
alegre y provocativa.
En mi ser estimula ella
emociones que hacen mella:
angustia, pesar, dolor...
Mas siempre con su candor
a mi lado se mantiene
y sonriendome sostiene
que mi alivio está en su amor.

 

A veces se me presenta
de rica seda ataviada.
Otras, seducción osada
con su desnudez intenta.
Negármele es una afrenta
y con pasión y alegría
extasiado la hago mía.
Ella al fin logra su empeño.
Soy su esclavo y soy su dueño.
¡Nada soy sin la poesía!

 

Kfeprieto
27 de octubre de 1997