Puse en palabras
cosas sin forma,
ellas no obedecen
a ninguna norma.
Lo único real,
el último sacrificio
fue saltar,
a este precipicio.
Tus ojos se secarán
y la risa volverá,
mi recuerdo en ti,
cicatrizará.
Mi miedo más grande,
el mayor que he sentido,
es encontrarnos mañana
como desconocidos.
Dos sin rostro
en la vereda de la vida,
en la cuerda floja
de almas vencidas.
Si alguno de nosotros sobrevive
a los enfrentamientos
no voy a negarte que
quiero que seas vos.