Me deslumbra
el amanecer,
porque renueva
mis sueños,
semeja un
río interior,
torrentoso
de pasión,
me lleva
a recorrer,
tiempos idos,
pensando en el futuro,
ver el mar,
acariciando
mansamente
la roca,
el rocío,
cubriendo el
sediento pasto,
con su frescura,
el paso de
los niños,
de impoluto blanco,
rumbo a la escuela,
las flores,
abriendo sus pétalos,
con sensual
desperezo,
escuchar el trino
de un jilguero,
trayendo jolgorio
al nuevo día,
respirar el perfume
de una bella dama,
y simplemente decirle,
¡¡¡ Muy buen día !!!
y las ansias,
aún ausente,
de estar contigo
toda la vida.
Víctor Bustos Solavagione