Cómo susurra aquel bosque
sus soledades la voz
de lo diurno se encierra
en su guarida sutil
El fuego
se consume lentamente
entre témpanos de éter
y enmudece el canto
a la gloria in excelsis…
El vaho
de los animales que aterran
cobra vida e infesta
la noche
le tira a matar
El último destello
guardo donde va el llanto
con poca euforia
Era de sol
“no hay rollo”
porque eres recuerdo
tan solo
por las siguientes horas