Esa mirada bella luminosa,
al mirar pudo ser al mismo instante
alegre, triste, cuerda, delirante,
y hacer de vos la niña más hermosa.
Te muestras a tal punto valerosa,
tan temeraria, simple o deslumbrante,
a tal efecto esquiva y parca amante
que lacera con mente peligrosa.
Pero mis toscas rimas con empeño,
un tanto desprolijas con su alteza
no buscan merecer tan alto sueño,
Que razonar de usted y su belleza
no tienen gran sentido al no ser dueño,
de esos ojos brillantes de princesa.
Claudio Batisti