gaston campano

* QUE CUENTO *

Un feligrés decía

metido en una sotana

tengo un gordo obispo

al que le gustan las ranas.

 

Y un párroco apetitoso

por las colectas pensaba

con un traguito de ron

para verlas duplicadas.

 

El díacono que ayudaba

en la misa sepulcral

le repetía al ministro

tienes que recogerla igual

 

Un muchacho vivaracho

decía puedo hacerlo mejor

así le vendo santitos

al que sea mejor postor.

 

El gran milagro de la semana

al recoger la colecta

al obispo ya sus ranas

las va a tener en la puerta.

 

El mismo las revisaba

por alguna equivocación

no quiero que algún sapo

caiga dentro del cajón

 

El sacristán opinaba

no entiendo nada de cuentos

del obispo esas ranas 

solo son sus alimentos.