Amanda Montaner

Duele...

Ni métrica,

ni rimas,

ni aliteraciones,

pleonasmos,

antítesis 

u onomatopeyas... 

 

Ni ortografía,

ni teoría...

 

Ni lo rimbombante,

ni sublime,

ni glorioso,

celestial

o mágico...

Nada de esto importa hoy,

nada... nada, nada...

Pues duele... duele, duele...

Y el pecho se comprime

y las lágrimas,

en goterones,

caen al alma

anegada de miseria...

 

Sola... sola, sola...

Duele...

 

Hoy todo terminó... por fin...

La lenta agonía

se acabó...

Ya es hora de entregarme al dolor...

 

Duele... duele, duele...

Lloro...

Este es el  duelo...

Es momento de vivirlo...

 

Pronto renaceré, 

pero hoy me detengo para sucumbir

ante el miedo a la soledad...

 

Aquí estoy... 

¡Cuchillos, desgarren mi carne,

entiérrense en mi corazón!

Y que la tierra beba mi sangre...

 

Hoy duele y sufro y lloro...

pero mañana...

mañana será un nuevo día...