Firmamos con sangre,
el camino hacia nuestros baluartes.
Perdemos, el hilo
ahogados en un solo suspiro.
En el cielo, las galaxias,
nos enseñan con indiferencia
nuestro lugar maldito
y yo aquí intentando huir a toda ciencia.
¿Cómo esquivas el puñal?
¿Cómo evades la estocada
cuando ésta proviene
desde tus entrañas?
Busco tu mano
en fantasmagóricos eventos
y me arropo asustado
rodeado de estatuas sin aliento.
No me puedo rehusar
cuando la lujuria llama a la puerta,
luego me empiezo a atormentar,
otra vez dejé una herida abierta.
Lo correcto es tan esquivo
siempre busco entender,
pero hay fuerzas que me mueven
las cuales no voy a comprender.
Camino, desvanecido
entre el polvo y la putrefacción
de esto que hoy soy
de esto que fuimos
buscando siempre la razón
por la que nos perdimos.