Te volví a ver, tan hermosa,
Fue tan excelso placer,
Mirar una sutil diosa
Convertida en mujer;
Te veías primorosa,
Me sentí desfallecer;
Eras perfume de rosa,
Voraz hechizo a mi ser;
Una bella sensación,
Por las flechas de Cupido,
Una dulce melodía
A mi henchido corazón,
Enamorado y perdido
Suspirando de alegría;
Fue el mirarte a mi lado
Mi locura y obsesión,
El vivir enajenado
En tan genuina visión;
Mirar a quien siempre he amado,
Me invadió tanta pasión,
Por la vívida emoción
De que volviste a mi lado;
Me quedé tan sorprendido
Y me perdí en el amor,
Me desvanecí sin sentido
En ese dulce calor;
Mi Paraíso prohibido,
Eres éxtasis de amor…