Extraño en mi oído el idioma
de tus palabras de colores
y tu risa alta en fibra
Mezquino
el tiempo se los ha llevado
para encerrarme el yo
chiquita
en suspiros
gigantes y sombras
tuyas rescriben la aurora
y de noche
mi alma entona con las encías
con las anginas
con cada uña…
las notas de un hombre
incapaz…
que ya no lucha
y vive
apenas como los relojes
que desarman
manos
tan hermosas pero torpes