Eduardo A De Nobrega F

Quemar las naves

¿Dónde te escondes ahora?

A quemar nuestras banderas

A romper nuestros contratos

 

Rehuyendo te desdibujas

Sobre carros de fuego

Dejando tras de ti tan solo

Campos de ceniza

Y lechos de piedra dura

Corriendo a una ignota frontera

Donde puedas romper

Prófuga de mis besos

 

Podrás tumbar uno a uno los idolos,

Los dioses y los templos

De la tremulante ciudad

Que fundé sobre tu cuerpo

 

Podrás tumbar si quieres

Los pedestales en las hermitas

De los recuerdos

 

Pero antes de los baldios, las piezas rotas y los consejos 

Antes de condenar al penoso gris al delirio

Antes de sentir el pulso muerto

Y dejar las sobras a los fantasmas y la carroña

 

Fundamosnos en un adios

Uno con gallardía

Un adios que sea centella

Y nos entreguemos con gusto a

la estrepitosa caída