¿Dónde está el amor para incautarlo?,
me dices.
Pues no eres fugaz, ni eterna.
Solo te enciendes y deshaces mi cuerpo.
No me das tiempo para hablarte de amor,
ni del futuro blanco que navega
en tus labios.
En tu cama quizá sea un turista
que intenta ingresar la droga
a un país
de alta seguridad.