Mónica,
busco en mi,
una razón de tu partida,
una razón que me deje ver
mas haya, de una respuesta
y comprender por que te as ido.
Me apego a la ventana de mi habitación,
miro hacia la calle y veo la gente pasar,
sonriente, alegre, en amena conversación.
Yo aquí comiendo mi tristeza,
mis lágrimas saben a un sabor amargo,
mi alma, mi corazón chocan entre si
buscando una claridad para ver donde estas,
pero no te encuentro.
La huella de tus pasos,
ya se han borrado.
La hoja que cae
de un árbol en otoño,
me deja ver la triste caída
de un cuerpo moribundo,
en medio de un charco de agua
empujada por el viento,
para encontrar su lecho,
donde dormirá para siempre.
Mas yo,
sigo cada mañana esperando la salida del sol
cada mañana espero ver tu regreso.
Pero el cielo amanece nublado,
entre las nubes se acomodan palabras,
para decirme que ya no regresaras,
no regresara,
no regresara.