FIDEL HERNANDEZ

AYER…

Ayer

preguntaba a tus pequeños ojos

y a tu sobrecogida sonrisa

como un niño preguntara a su madre;

y tú no me respondías.

 

Ayer

sólo se oía mi voz y la del silencio,

aunque me sentía acompañado

como el mar se acompaña del cielo;

… y tú no me hablabas.

 

Ayer

veía dilatarse sonoros segundos,

veía sollozar ocultas resignaciones,

frío sentía en mis pesares oscuros ;

… y tú no cambiabas.

 

Ayer…,

ayer preguntaba y sólo se oía mi voz,

y en ella, el sollozo de mi alma…,

y tú seguías ahí, indiferente,

y tú, allí,  imperturbable continuabas,

 

y era ayer,

cuando tú me mirabas, rictus sonriente,

dolorosamente distante y muy fría…

¿Por qué?... ¿Por qué?...

¡Respóndeme fotografía!

 

Por favor, respóndeme hoy, amiga,

tal y como lo hiciste la última vez…