El odio es hijo de la ignorancia
La ignorancia es de todos hija
No resta, abunda porque es prolija
Su fruto más rentable, es la plutocracia.
El amor más desinteresado es el maternal
Lo contrario a éste es el interés
Todo lo que merece amor, lo ve al revés
Y lo que podría ser celestial, termina siendo infernal.
Cuando decimos, te quiero
El amor es espontáneo
Aquí no juega el dinero.
Cuando nos besamos de verdad
El beso no es un sucedáneo
Es una hermosa y dulce realidad.